Èl vendrá, y las heridas que marcan mi cara se secaran en su boca de agua. Él vendrá, y al fin el techo dejara de aplastarme, dejara de verme: solitaria besando mi almohada, solitaria quemando mi cama, solitaria esperándote.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario